La empresa Clorar Ingeniería, pre-radicada en el PTCL, construye el primer prototipo a escala industrial de un reactor electroquímico para la fabricación de nanosheets de grafeno, cuya tecnología fue desarrollada en los laboratorios de YPF Tecnología S.A (Y-TEC).

Y-TEC está llevando a cabo un proyecto de obtención de nanosheets de grafeno a bajo costo, mediante procesos de exfoliación de grafito. Luego de más de 2 años de arduo trabajo, se logró un proceso robusto a escala de laboratorio, lográndose conversiones de más del 90%. Una vez que la técnica probó ser repetitiva y con muy buenos rendimientos, el desafío al cual se enfrentó la empresa fue poder escalar industrialmente esta tecnología tan prometedora.

Debido a la necesidad de realizar una ingeniería conceptual que permitiera analizar la factibilidad del escalado industrial de la tecnología, es que comenzamos el vínculo con la empresa Clorar Ingeniería, quienes contaban con la experiencia y solidez para cumplir con esta tarea. Es así, que ambas empresas comenzaron a transitar un camino juntos con el fin de hacer realidad la construcción del primer prototipo industrial.

El reactor electroquímico permite producir grafeno de alta calidad, mediante la exfoliación de grafito industrial. Para alcanzar una alta eficiencia en el proceso de escalado, fue necesario diseñar y modelar diferentes arquitecturas de reactores, optimizar variables operativas y estandarizar metodologías para la validación técnica del producto. El grafeno es un material nanométrico bidimensional con un espesor atómico con interesantes propiedades y características que puede ser usado para diferentes aplicaciones.

El desarrollo a escala de producción de nanosheets de grafeno es parte esencial de una apuesta ambiciosa que tiene Y-TEC en el marco de la Misión de Químicos Innovadores, que pretende llevar soluciones tecnológicas novedosas a las problemáticas que se presentan en la industria del Oil & Gas, que incluye el desarrollo de químicos, superficies, y otras.

Ambas empresas firmaron un convenio técnico donde se formalizó el vínculo que permitió que el reactor electroquímico a escala industrial hoy sea una realidad.